Siempre he tenido predilección por esta ciudad, por su clase, por su cultura, por su arquitectura y sobretodo por los buenos recuerdos a nivel personal y profesional.
No dudaría, si tuviera oportunidad, en perderme por sus calles intentando congelar su belleza con mi cámara y estoy seguro que aunque tuviera ese privilegio muy a menudo, volvería a encontrar ese detalle mágico invisible en ocasiones anteriores.